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Desarrolla el INIFAP 10 variedades de frijol resistente a plagas

Fecha de Publicación: 10/07/2015

Las variedades desarrolladas son Pinto coloso, Negro comapa, Flor de mayo Eugenia, Flor de junio Dalia, entre otras.

El Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrolló diez variedades de frijol de alto rendimiento, resistentes a patógenos, tolerantes a la sequía y con la calidad que demanda el consumidor.

En una entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) el investigador Jorge Alberto Acosta Gallegos precisó que las variedades desarrolladas son: Pinto coloso, Negro comapa, Flor de mayo Eugenia, Flor de junio Dalia.

Además, Azufrasin, Rarámuri, San Rafael, Sangre Maya, así como Granada, que se creó para exportarse a América Central y a los salvadoreños que viven en Estados Unidos, y la variedad Frailescano, para Chiapas.

Las principales ventajas de estas variedades de frijol son que tienen un grano con la calidad demandada por los consumidores, así como resistencia a enfermedades por hongos como la antracnosis, la mancha angular y la roya.

Además, cuentan con resistencia a enfermedades virales y bacteriosis, entre otras, así como una alta calidad comercial y una amplia adaptación a los temporales de la región del Altiplano Semiárido y a los suelos ácidos.

El ingeniero agrónomo aseguró que estas diez variedades de frijol ya cuentan con el registro ante el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS), lo cual permite su multiplicación y comercialización con etiquetas oficiales.

Por ello previó que se comercialicen en el ámbito nacional en uno o dos años más, debido a que su creación concluyó en octubre de 2013 y en la actualidad, los científicos se encuentran en la etapa de multiplicación de las semillas.

El especialista dijo que uno de los retos a los que se enfrentan es que los productores no tienen la cultura de comprar nuevas variedades, a pesar de que ya se venden semillas de alta categoría a los gobiernos de Guanajuato, Durango, Sinaloa, Aguascalientes y Zacatecas.

“Prefieren reutilizar las semillas ya existentes porque la semilla de alto registro es más cara que la certificada y los agricultores no siempre la quieren comprar”, señaló.

Respecto al trabajo científico que originó estas variedades, Acosta Gallegos detalló que primero se hizo una combinación de mejoramiento genético tradicional. Una vez que se tuvieron las familias, se obtuvieron marcadores moleculares asociados a genes de resistencia a diferentes enfermedades.

Luego se escogieron sólo las familias o líneas con la presencia de esos marcadores, con el fin de acumular mayor resistencia, detalló.

 

FUENTE: 2000agro.com.mx