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En peligro de extinción la biznaga de dulce

Fecha de Publicación: 08/12/2018

La biznaga de dulce, tonel o burra, también llamada acitrón, es un cactus globoso sujeto a protección especial en México, de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2010, que crece menos de centímetro por año, está en riesgo de desaparecer por su explotación ilegal.

{googleads right}Sin embargo, en la actualidad el consumo de acitrón, ingrediente usado en la cocina y repostería de este país, ha provocado la tala clandestina de esta especie endémica, lo que coloca a la biznaga gigante en peligro de extinción.

Así lo denunció la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), a través del biólogo Gabriel Solano, quien declaró a la agencia Notimex que cuando no se dan cosechas en las regiones donde nace este cactus, la pobreza induce a los campesinos a la extracción clandestina de la biznaga.

Esta acción provoca que al extirparla de raíz, se pierdan los semilleros que sirven para la regeneración de sus poblaciones, lo que induce a la gradual desaparición de este vegetal.

Agregó que los agricultores, tras extraer la planta, le quitan las espinas y la venden a traficantes que las colocan en la ruta del acitrón, que chefs y amas de casa encuentran en mercados o centros comerciales, contra lo que dicta la norma antes mencionada.

La Procuraduría Federal de Protección Ambiental (PROFEPA), auxiliada por autoridades policiacas, ha incautado importantes cargamentos de esta planta, ya que el tráfico ilegal ha prosperado en los Querétaro, Aguascalientes, San Luis Potosí, Zacatecas, Hidalgo, Baja California, Oaxaca y Sonora.

Refiere el experto en esta planta de la familia de las suculentas, que si los mexicanos se negaran a incluir el acitrón en platillos como el pavo de navidad, los chiles en nogada, la capirotada y en dulces cristalizados o la rosca de reyes, bajaría la amenaza de extinción que se cierne sobre la biznaga de dulce.

Afirmó que esta especie de cactácea endémica de México, cuya pulpa sirve para elaborar el acitrón, presta enormes servicios ambientales, tales como la retención de agua de lluvia mediante el gran entramado de sus raíces, frena a la erosión y proporciona néctar para las abejas y otros insectos polinizadores.

Cabe decir, explica, que el delicado, crujiente y translúcido dulce mexicano, es también ingrediente de tamales dulces y picadillos, entre muchos otros productos de la gastronomía mexicana que se preparan con Echinocactus platyacantus y otras biznagas nativas de México, que por cierto, tardan de 14 a 40 años o más en crecer hasta 40 centímetros.

Informa el científico que a la cactácea se le ubica en la reserva de las biósfera de Tehuacán-Teotitlán, entre Puebla y Oaxaca; en el desierto de Chihuahua; en la región de Tolantongo y Meztitlán, en el Valle del Mezquital, Hidalgo, en San Luis Potosí y otras regiones, donde las biznagas alcanzan un metro de altura, talla lograda a lo largo de muchas décadas.

Destacó que suelen ser plantas únicas y solamente hiriéndolas pueden generar retoños para reproducirlas a escala industrial, una misión casi imposible.

 

 

FUENTE: tierrafertil.com