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Los cafetaleros reman con todo en contra

Fecha de Publicación: 21/04/2020

{googleads right}   El panorama para el sector cafetalero comienza a pintarse de negro, pues la pandemia de COVID-19, el bajo precio del producto y el cambio de políticas públicas que apoyan al productor del aromático de forma individual, -cuando el sustento de la industria se sustenta en alrededor de 700 organismos -, los tiene al bordo del colapso.

 «Un precio del sacó está por debajo de los 100 dólares, cuando el costo que necesita el productor de café para tener ganancia es de 140 dólares y la decisión de apoyar de manera particular al cafetalero de parte del gobierno, en lugar de sustentar a alrededor de 700 organismos que históricamente han beneficiado al sector, lo tienen al borde de la quiebra».

La afirmación proviene del presidente de la Alianza Nacional de Asociaciones Agropecuarias y Cafetaleras (ANAORAC), Marcelo Herrera Herbert, quien subraya que el panorama que enfrenta el cultivo de café en México en esta etapa de crisis sanitaria nacional, por el ataque del coronavirus, es preocupante y desalentador.

«Tienen además los cafetaleros un precio por debajo de los costos de producción del aromático y si a eso se le agregan las consecuencias de la pandemia causada por el COVID-19, la situación del sector se presenta terrible», lamentó.

«Actualmente el café nacional se vende en costales de 60 kilos, pero el precio está establecido a partir del quintal, que este año ha oscilado entre los 80 y 100 dólares. El problema es que requiere ser vendido en el extranjero a 140 dólares para que el precio no se vea afectado en la venta nacional».

«Y algo que ha dañado de manera importante la producción, más que el coronavirus, es la decisión del Estado de individualizar el proceso y el apoyo gubernamental, acción con la que rompe un esquema organizado y la unidad laboral que tenía el sector y limita el otorgamiento del financiamiento», expresa preocupado.

«¿Por qué pasa esto? Porque primero, no hay experiencia en el nuevo gobierno y con la visión de que la entrega directa de los recursos gubernamentales es la mejor manera de cumplir y transparentar la política pública de subsidios, el Estado bloquea otros procesos», explica.

Pero, ¿qué ha ocasionado la implementación de las nuevas políticas públicas en la industria cafetera? De inicio, dice, se perdieron alrededor de 20 millones de plantas al romperse el esquema que había beneficiado a los cafetaleros y los había llevado a rebasar la producción de los cuatro millones de sacos antes de la llegada de esta administración»

«Si se multiplica esta cifra por el costo de seis pesos de la planta ya financiada y para ser entregada, los cafetaleros ven partir alrededor de 120 millones de pesos, sólo por la terquedad del gobierno de romper el antiguo esquema de financiamiento».

COVID Vs. CAFÉ

¿Y qué ha provocado el coronavirus en la industria del café? «El daño del COVID-19 a las plantaciones cafetaleras no se da por la enfermedad, lo que reciente ya es el impacto económico».

«La industria se verá impactada es en el proceso de venta, en la comercialización del aromático, porque habrá poco consumo en estos meses y esta situación se va a prolongar el resto del año».

¿Qué se requiere para evitar que la problemática de la producción y comercio del café no crezca? «El sector cafetalero requiere de un programa emergente que lo incentive; que venga a reactivar los procesos que ya estaban instalados, la producción y las siembras, y como consecuencia, atraer un incremento de la producción en el país».

Ahora, ¿qué estamos haciendo los cafetaleros? Se pregunta. Y responde de inmediato: «Hay un montón de foros como el que se llevó a cabo en Huatulco donde se tratan muchos temas que se refieren a las afectaciones a la producción de café y uno de ellos es que los apoyos fiscales no pueden estar supeditados a la entrega individual. «Este es el problema central», afirma

Cabe subrayar, explica, que la producción del aromático históricamente ha estado sustentada en alrededor de 700 organizaciones, muchas de ellas con experiencia de más de 30 años, que siempre han sido factor determinante para la producción y comercialización del café en el país. Y, sobre todo, han sido determinantes para que alrededor de 600 mil cafetaleros no entren en crisis.

¿En qué porcentaje bajó la producción? «Antes de que se implementaran las nuevas políticas públicas habíamos logrado ya producir alrededor de los 4 millones de sacos, cifra muy por encima de las necesidades de México».

«Sin embargo, en este periodo productivo que va a terminar ahora en abril, no creo que alcance otra vez la producción ni siquiera a generar los 2.5 o 3.0 millones de sacos que requiere el país», explica el entrevistado.

«Aunque cabe decir que, dentro de estas cantidades hay un 20% de altas calidades que no se queda en el país porque aquí no lo pagan, y es el tipo gourmet, el de alta calidad», expone Herrera Herbert.

«¿Cuánto se considera que bajara la producción cafetalera por esta contingencia? De los cuatro millones que es la producción bajará entre 500 mil y un millón de sacos. Pero la caída productiva no será causada sólo por la pandemia de COVID-19, sino que actuarán en cascada todos los factores que afectan a los cafetaleros.

EL PRECIO

«¿Cómo cuáles?: El precio. La falta de apoyo efectivo a los organismos. El apoyo fiscal individual. Y la desatención de la producción, porque el cafetalero, al no tener suficientes recursos, atiende otras cosas en lugar de tener puestos los cinco sentidos en su parcela».

¿En concreto, contador, el coronavirus afectará a la industria cafetalera? «Por supuesto que sí. Principalmente por la recesión económica que sin duda atraerá en breve. Estos tres, cuatro o cinco meses que va a sufrir la sociedad mundial el azote de esta pandemia, sin duda provocará una baja sensible en el consumo de café».

No obstante, explica, «considero que la problemática que atraerá a México esta contingencia sanitaria podría abrirle los ojos al gobierno para que vea de otra manera al sector cafetalero»:

«Creo que puede traer cambios sustantivos en el gobierno y en los organismos económico sociales que sustentan el sector cafetalero. El Estado ha escuchado con sensibilidad a los productores y esta enfermedad puede detonar buenas decisiones».

Y abunda: «La crisis económica acentuada por el coronavirus requiere de apoyos gubernamentales más importantes que los que da a los cafetaleros del país el gobierno, a fin de detener el proceso de empobrecimiento que cada día crece en el sector. Y, por supuesto, para que este gremio pueda afrontar las secuelas que pudiera dejar esta contingencia sanitaria provocada por el COVID-19».